El pionero de la lucha contra la desnutrición infantil en Latinoamérica, y candidato al Premio Nobel de la Paz, Fernando Mönckeberg Barros, visitó la Facultad de Ciencias de la Administración y brindó una conferencia sobre Recursos Humanos para el Desarrollo, el viernes 19 de octubre por la noche, en el Salón de Actos.
“Las políticas económicas, cualquiera sean, no son suficientes para provocar el progreso, si previamente no se desarrolla el recurso humano, poniéndolo a salvo de los graves e irreversibles daños que provoca la desnutrición en el primer tramo de la vida”, afirmó el reconocido especialista chileno en nutrición infantil, durante su exposición.
El creador de CONIN Chile (Corporación para la Nutrición Infantil) llegó a nuestra ciudad para brindar una serie de conferencias. Previamente a su disertación, visitó la sede la Facultad, donde fue recibido por el decano, Cdor. Hipólito B. Fink, y las máximas autoridades de la casa de estudios.
Mönckeber nació en 1926 en Chile, se graduó en medicina en la Universidad de Chile, y tras asistir durante tres años a una población marginada, La Legua, que vivía en condiciones de extrema pobreza, se decidió a investigar las causas por las que sus habitantes no generaban cultura, carecían de iniciativa, y de generación en generación casi no existía un legado de conocimientos, hábitos y costumbres.
“Frente a un problema, hay algunos que prefieren culpar a terceros. Yo preferí hacerme responsable y buscar la solución”, reflexionó.
 Su primer y embrionaria constatación fue acerca de la cantidad de palabras que empleaban las madres de La Legua, considerando que el lenguaje es una condición fundamental para el conocimiento y para el desarrollo de la mente. El resultado fue desolador: sólo utilizaban 180 palabras, contra las 3000 a 10000 que emplean las personas que no están afectadas por la extrema pobreza.
Con equipos interdisciplinarios, averiguó que la falta de nutrientes y de estimulación en los primeros años de vida, generaba un retraso mental irreversible, al impedir que las 100 mil millones de neuronas con las que cuenta el cerebro se interconectaran entre sí. En el primer año de vida, el cerebro alcanza el 80% de su tamaño definitivo, y si no se desarrolla apropiadamente en esa etapa, jamás lo conseguirá.
Mönckeberg recomendó que nunca se hicieran programas “para pobres” o que parezcan “caridad” sino que se lo hiciera desde la concepción de que se respondía a derechos.
Gracias a sus recomendaciones, hacia fines de la década del 90, en Chile
habían conseguido erradicar la desnutrición infantil, condición que Mönckeberg juzgó fundamental para el desarrollo económico alcanzado por su país.
Dos fundaciones, Kolbe y Conquistar, se unieron para gestionar la presencia de Mönckeberg. En la actualidad es también vicepresidente de Conin Argentina, nacida esta última por iniciativa de otro experto, el mendocino Abel Albino.
Varias instituciones prestaron su adhesión a la presencia del especialista en Entre Ríos. Entre ellas, la Universidad Nacional de Entre Ríos, la Asociación para el Desarrollo de Concordia (ASODECO), la CAFESG, el Polo Tecnológico de la Región de Salto Grande y Conconin, centro para la nutrición infantil impulsado por la Fundación Kolbe en el barrio de Villa Adela.

Cerrar Menú